Cuerpo muerto / Reflexiones
- Ying
- 1 sept 2017
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El cuerpo se nombra y se construye desde ideologías y discursos que justifican su corporalidad bajo la opresión, el absolutismo, el enajenamiento e incluso su sublevación y estímulos. Igualmente, el cuerpo es un territorio político en disputa que se habita en varias dimensiones; emocional, espiritual y racional. El conjunto de estas experiencias e identidades impuestas o adquiridas dejan huella en el, por lo tanto el cuerpo siempre está en transformación y en dialogo con discursos de poder.
Dependemos de nuestro cuerpo vivo para la existencia, sin embargo el cuerpo muerto es un objeto de control en ausencia; al igual que el cuerpo de un migrante, este se evaluará por su desaparición del territorio que le corresponde. Transformándose en cuerpos ausentes, cuerpos en blanco que dejan a un lado su constante biológica y psicológica para convertirse en un objeto invisible.
La muerte es entonces el cruce de una frontera; un lugar de separación, un margen limitante. Es la síntesis de nuestra vida transitoria, en un acto potencial que definirá nuestra existencia.
La muerte justificada de unos y la vida justificada de otros es un juego que garantiza únicamente los derechos de unos cuantos.
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